Objeto (Artístico): Metamorfosis de las Helíades

Esta pintura, realizada en 1920, representa un episodio de la mitología grecorromana extraído de las Metamorfosis de Ovidio: la transformación de las Helíades —en particular, Lampecia y Febe— en árboles, tras la muerte de su hermano Faetón. La escena, de carácter alegórico, muestra el momento en que las figuras femeninas son absorbidas por el paisaje, en un proceso de fusión paulatina con la naturaleza.

La composición se desarrolla en un entorno boscoso de carácter sombrío y cerrado, en el que los troncos y ramas, dispuestos de forma densa y entrelazada, adquieren protagonismo visual. Las figuras, semidesnudas y estáticas, emergen de entre los árboles como presencias fantasmales, sugeridas más que delimitadas, y parecen integrarse materialmente en el entorno vegetal. La paleta de tonos ocres, verdes oscuros y marrones contribuye a generar una atmósfera melancólica y reflexiva.

Aunque el artista no pertenece al movimiento impresionista, la aplicación dinámica de la materia pictórica, la vibración cromática y la sugerencia más que la definición de las formas recuerdan algunas estrategias visuales asociadas a dicho estilo. Estos elementos conviven, sin embargo, con un planteamiento compositivo y temático heredado del romanticismo y del simbolismo literario.

La escena no pretende ilustrar un momento heroico, sino más bien traducir plásticamente un estado de pérdida, duelo y transformación. El recurso mitológico funciona así como vehículo para una expresión íntima, dentro de un lenguaje pictórico cada vez más autónomo y sugerente.