Pintura figurativa de temática paisajística obtenida a partir de la abstracción compositiva. Técnicamente es una pintura al óleo con unas pinceladas a camino entre el cubismo y el expresionismo de forma matérica. En ella el color y la forma dialogan en la misma posición cromática, diluyéndose en mayor sintonía la segunda, dando resultado a tres campos cromáticos a tres niveles: el primero como telón de fondo en un tono verde cálido; el segundo a partir del contorno negro desdibujado de una vivienda representada a partir de tonos terrosos y, el último ocupando casi la mitad de la obra en tonos fríos con diversas masas de azules. El resultado es un paisaje sencillo e íntimo, donde las sensaciones del atardecer son transmitidas en absoluto por el juego cromático de la composición como total protagonista de la escena.