Ydáñez obtiene una de las becas para alumnos de las Facultades de Bellas Artes que se conceden anualmente para una estancia en Segovia y en la Fundación Rodríguez-Acosta, en contraprestación el becado debe donar una obra a la Facultad, siendo esta pintura la que donó Ydáñez.
Composición pictórica centrada por la imagen de perfil de un torero. Aparece ataviado con el tradicional traje de luces y tocado con montera. El dibujo, inexistente, deja paso a una rica policromía aprovechando un tema propicio para desarrollar esta explosión de color, aplicada con una pincelada uniforme, pastosa y ágil.