Tras el fallecimiento de Francisco Fernández el 12 de noviembre de 2022, su familia realizó una importante donación de su obra a la Universidad de Granada, que la custodia integrada en la Colección de Arte Contemporáneo, de cuya fundación fue el fotógrafo en buena parte responsable.
En las fotografías de el Cortijo El Gitano, Francisco Fernández introduce la arquitectura en su fotografía a partir de delicados detalles vegetales. Las texturas de las construcciones vernáculas mediterráneas nos trasladan a lugares comunes reconocibles en el imaginario colectivo como propios de Andalucía.
La sombra de la parra, proyectada en el muro a partir de la entrada de los rayos de sol entre sus hojas, evoca aromas, sonidos y brisas que el tronco de la planta permite identificar.
Como es habitual en la producción de Francisco Fernández, las líneas juegan un papel crucial en la composición, separando planos e intensidades lumínicas, mientras que refuerzan a su vez los conceptos sugeridos en el tema. La luz, principal componente de las fotografías, modula una escala de grises que alcanza su máxima potencia expresiva en unos negros densos y profundos, contrastados con brillantes blancos.