Fotografía compuesta en el esquema de tercios, ocupando la sección baja el espacio de tierra y los dos tercios superiores el cielo del atardecer mostrando los colores del ocaso, degradados desde azul a un naranja rojizo, únicamente interrumpidos por la presencia de la luna creciente y la silueta de un pie de alta tensión.
La imagen transporta a un lugar-no lugar, un escenario común que, desde el anonimato del paisaje terrestre que se esconde en el inicio de la oscuridad de la noche, el espectador puede apropiarse por desconocido.