El laberinto radial fue diseñado durante la década de los 70 del siglo pasado por David Olton (1943-1994), un psicólogo fisiológico de la Universidad John Hopkins de E.E.U.U. Desde entonces se ha convertido en un instrumento muy valioso para el estudio del aprendizaje y la memoria espacial, fundamentalmente de tipo alocéntrico, aunque puede ser empleado para investigar también aprendizajes de tipo implícito en ratas. Su empleo ha permitido demostrar que los animales pueden orientarse en el espacio empleando diferentes tipos de estrategias, cada una de las cuales presenta mecanismos cerebrales disociables. Estos estudios han sido decisivos para comprender los mecanismos neurobiológicos subyacentes al aprendizaje y memoria espacial humanos y a la amnesia.