Inicialmente, la Cartuja de Granada fue concebida como enterramiento señorial de Gonzalo Fernández de Córdoba y su familia. Se otorgó la donación el 9 de diciembre de 1513 de unas huertas en el pago de Aynadamar a la orden de la Cartuja de Santa María del Paular. Iniciada la construcción en 1515, pocos años mas tarde se cambiaría el emplazamiento. A mediados del siglo XVII se hallaba concluida la obra del claustrillo, de la iglesia y una de las cuatro torres que debían flanquearlas según el proyecto original. Durante el Setecientos, y bajo la dirección de Francisco Hurtado Izquierdo, se iniciaría la construcción del espléndido sagrario y de la suntuosa sacristía, obra cumbre del barroco tardío. Esta obra fue donada por el autor con motivo de la exposición monográfica celebrada en la Facultad de farmacia.
Ricardo Bellido Ceballos ( Alcalá La Real, Jaén, 1959). Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Granada en 1979, sobresale su actividad como acuarelista.
Panorámica de la Cartuja de Granada desde el ángulo norte, centrada por el sagrario de la iglesia y la sacristía. Sobre el fondo blanco del papel se recorta el perfil del recinto del monasterio en tono marrón y hacia la parte inferior, donde la mancha de color y el dibujo se diluyen, los marrones comienzan a mancharse de tonos rosados.
La arquitectura se convierte en un objeto liviano que parece flotar sobre el blanco del papel gracias a la desaparición de la línea en la sección baja. Los muros se levantan del suelo, cuya entidad no aparece en la obra, emergiendo aún sin configurar sus aristas y dotando a la pieza de un carácter místico que enfatiza la propia idiosincrasia del inmueble que retrata.