Instrumento metálico formado por dos ramas articuladas mediante un tornillo de encaje que permite realizar un movimiento de apertura y cierre desde la empuñadura. La cara interna de una de las ramas, mediante incisión, está marcada con el número 7.
Utilizado para desmembrar la cabeza del feto muerto y poder extraerla después a través del útero, el cabezal cortante está compuesto por un extremo afilado de punta redonda, mientras que el opuesto cuenta con una rendija en la que puede introducirse el primero.
Los craneoclastos, también conocidos como basiotribos, han caído hoy en desuso. Están antecedidos por instrumentos como el gancho de Mauriceau, con punta cortante y utilizado desde el siglo XVII en combinación con el fórceps para extraer al feto muerto del interior de la madre. A este le siguieron modelos más evolucionados como el terebelum de Dugés, el perforador de Hubber o el trepano de Guyon, hasta llegar a las tijeras perforadoras de Smellie y Siebold.