Ubicado en un espacio de montaña, destaca en primer término un viejo molino derruido junto a un grupo de árboles de hoja amarilla situados a su izquierda. Como fondo, las montañas que componen la granadina Sierra de la Alfaguara. El paisaje es representado de día, mediante manchas de color bastante amplias, especialmente en la campiña. Fue pintado por el autor en el mes de diciembre de 1992. Forma parte de la serie de acuarelas que de las sierras granadinas ha pintado Jesús Thomas.