Este botijo era utilizado por los pintores que realizaban la decoración de las piezas, en ellos contenían el agua que necesitaban para añadirla a los pigmentos. Está datado en la Fábrica de Cerámica San Isidro hacia 1955, aunque se desconoce su autoría.
La obra forma parte de la Colección de Cerámica Agustín Morales Alguacil – Fábricas de San Isidro, compuesta por más de 400 piezas datadas entre los siglos XVI y XX y donada a la Universidad de Granada en abril de 2021.
Botijo modelado en arcilla y torneado en pella chica. era utilizado por el pintor de la cerámica para contener agua en el esmalte. Se encuentra manchado de pigmento, sobre todo blanco y tiene un roto en la boca que seguramente servía para sujetar un pincel