Esta pieza fue realizada por Manuel Morales Alonso en una fecha aproximada a 1942, por lo que se trataría de las últimas obras ejecutadas por el artista debido a su fallecimiento en 1943. Según fuentes familiares posiblemente en el esmaltado de esta pieza intervino su hijo Agustín. Éste asumió en 1944, junto a su hermano José Luis, el legado de su padre y se encargó de la dirección artística de la Fábrica de Cerámica San Isidro de Granada.
Escultura de bulto redondo modelada en arcilla y esmaltada en blanco que representa a la figura de un oso polar, en el que podemos destacar el cuidado tratamiento de la anatomía del animal que le aporta un gran realismo y naturalismo.