Forma parte del programa iconográfico de la capilla, de carácter premonitorio y anunciador del Nuevo Testamento en las pinturas de los lunetos, con representaciones de ángeles, profetas y sibilas.
La pintura mural ocupa el cuarto luneto de la Epístola de la Capilla. Se trata de las figuras de Jeremías, a la izquierda, y Jonás, a la derecha. Postrados sobre el vano central que los separa. Lleva el primero un manto verde sobre la cabeza, y está en actitud pensativa, con una filacteria en blanco entre sus manos. Jonás en cambio se representa cruzado de brazos y con un manto azul sobre su cabeza.
Obra correcta, pero un tanto blanda y apastelada.