Forma parte del programa iconográfico de la capilla, de carácter premonitorio y anunciador del Nuevo Testamento en las pinturas de los lunetos, con representaciones de ángeles, profetas y sibilas.
La pintura mural ocupa el tercer luneto de la Epístola de la Capilla. Se trata de las figuras de David, a la derecha, y Elías, a la izquierda. Postrados sobre el vano central que los separa. El primero, con la mirada hacia arriba, lleva un manto rojo y sostiene como atributo la corona real, mientras el segundo viste con manto azul y sostiene con dos manos una espada.
Obra correcta, pero un tanto blanda y apastelada.