Objeto (Artístico): Sin título
Inf. General
María Victoria de la Fuente nació el 9 de marzo de 1929 en Vigo (Galicia), y lo hace formando parte de una familia profundamente preocupada por las artes y la cultura. Su padre, conocido arquitecto español llamado Jenaro de la Fuente, se interesó por su formación artística. Estudia en el instituto de Vigo, donde coincide con el pintor Carlos Maside, quien ve en ella esa vocación creativa y artística y la impulsa a desarrollarse como tal, lo que la llevará trasladarse a Madrid para continuar con su formación y su obra. En 1962, consigue realizar su primera muestra individual en el Ateneo de Madrid.
La obra de Victoria de la Fuente se caracteriza por la creación de una ilusión dentro del lienzo, que es sensible e intuitiva tanto con la realidad como con la materialidad del cuadro. Crea una atmósfera en el lienzo basada en la abstracción. Apuesta por una figuración que en su momento la posicionó de manera favorable dentro del ambiente madrileño. Con el tiempo, desarrolló una gama cromática mucho más contenida que le permite lograr en sus cuadros las conquistas que perseguía con la nueva figuración. Esta autora ha sido reconocida con diferentes distinciones entre las que destaca la Medalla Castelao, recibida en 1997.
Esta obra se enmarca dentro del estilo abstracto, configurándose con formas geométricas entre las que predomina el rectángulo. El cuadro se divide en dos zonas de color, la parte izquierda más cálida donde destacan los colores rosas y amarillo, y la parte derecha con otros más fríos como gris y blanco. A pesar de todo, el color rosa y el color amarillo sigue siendo el dominante en la obra pictórica. Algunas formas geométricas aparecen delimitadas por una línea blanca o por otra gris. Destaca también el color de la parte superior, de tonos más claros que el resto de la composición, predominando el color crema.