La obra pertenece a la corriente contemporánea del arte ambiental, donde arte y naturaleza se funden. modifican y complementan entre sí para crear algo nuevo.
Grupo escultórico conformado por cuatro figuras antropomorfas forjadas en hierro. Están representadas de manera esquematizada por lo que sólo distinguimos el soporte central vertical a modo de piernas y el tronco de manera geométrica, en juego de volúmenes que van desde formas más sencillas y rectas hacia otras más complejas y volumétricas en contraste. En la parte superior de las figuras localizamos las cabezas en diversas posiciones que casi parecen ser el elemento más expresivo de todas ellas, pese a carecer de rostro.
Aún cuando identificamos el grupo escultórico como siluetas antropomorfas estas quedan firmemente ligadas a las formas naturales de los árboles, donde las extremidades inferiores de las figuras se asocian más al tallo de un árbol que a las humanas o el tronco humano a la copa de un árbol; siendo las cabezas de las figuras el único elemento diferenciador del entorno natural en particular es decir, el elemento finalizador de todas ellas nos llevan directamente a la única capacidad que nos distingue de la naturaleza: la capacidad intelectual del ser humano.