Ha perdido las manos.
Estatua orante de D. Fernando el Católico, arrodillado sobre un almohadón con la cabeza vuelta hacia la izquierda, donde se halla la hornacina de la Virgen con el Niño. Viste armadura corta y una amplia capa que le cubre la espalda. De rostro firme y severo, permanece en actitud orante, con las manos juntas sobre el pecho. Escultura un tanto tosca, sin duda obra del taller de Alonso de Mena (1587-1622), que sirvió de puente entre Pablo de Rojas y Alonso Cano, marcando lentamente una leve inclinación por el camino naturalista en contra de las enseñanzas manieristas del propio Rojas, con avances de estilo sorprendentes, pero servidas por una técnica pobre y amanerada. La presencia de los Reyes Católicos en la portada se justifica plenamente por haber sido sus fundadores en 1504.