Objeto (Artístico): Retrato de Francisco Martínez Olluel (Pintura anatómica)

Acuarela anatómica que representa a Francisco Martínez Olluel. Lejos de ser el retrato de un personaje público de relevancia en su época o un familiar del artista, el retratado es un paciente y el fin último de esta acuarela no es representar a Francisco, sino su enfermedad, un derrame de córnea en el ojo izquierdo. Una anotación al margen permite identificar a Rafael García-Duarte González, también granadino, como el médico que lo trató.

Ante la inexistencia de medios técnicos más avanzados, las pinturas anatómicas sirvieron como un catálogo pictórico de diferentes enfermedades, de manera que pintores y escultores ocupaban un lugar importante en las Facultades de Medicina todavía a comienzos del siglo XX. La acuarela, al igual que ocurría con los paisajes costumbristas, se prestó como una técnica especialmente útil por su facilidad de trabajo y transporte, rapidez de secado y ser soluble al agua.

A pesar de no tener una vocación puramente artística, el retrato anatómico da buena muestra del dominio de la técnica del dibujo y de la acuarela en artistas que, como Ruiz Morales, dedicaron parte de su trayectoria a esta labor. Cuestiones como la composición, la iluminación y la expresividad de la pieza destacan en este caso sobre otras con esta misma finalidad.