Composición que toma como base las líneas diagonales para recrear un paisaje en dos tercios reservando un tercio para el celaje. En primer término se representa una vaguada con árboles de diferentes especies, entre los que destacan los álamos, reconocibles por su porte y la coloración amarillenta del otoño en sus hojas. El escarpado relieve de Sierra Nevada, donde destaca el pico Trevenque, cierra la composición, donde predominan las tonalidades frías de azules, violetas y verdes en contraste con tonos rosados y ocres.
Forma parte de la serie de acuarelas que de las sierras granadinas ha pintado Jesús Thomas, siempre plenas de fuerza expresiva y armónicas transparencias. Esta obra fue donada por el autor con motivo de la exposición monográfica celebrada en la Facultad de Farmacia.